Hay que prepararse para subir una montaña rusa de placeres y tentaciones al conocer los paisajes de Alemania, su cultura, la belleza de sus ciudades, sus románticos palacios y sus pueblos con casas de entramado de madera.

El paisaje alemán tiene algo indiscutiblemente artístico en su forma de presentarse: las onduladas costas del norte llenas de dunas; los bosques con verde predomiante como la Selva Negra; los románticos valles; y el esplendor inigualable de los Alpes. Las ciudades asombran por su abanico cultural y en todas partes el románico, el gótico y el barroco se codean con creaciones arquitectónicas de artistas contemporáneos.

Desde atravesar la icónica Puerta de Brandeburgo en Berlín o maravillarse con uno de los símbolos del gótico en la catedral de Colonia, hasta pasear por el bonito casco histórico de Bremen o Weimar. Un viaje a Alemania es impregnarse de una cultura extraordinaria.

Alemania también son sus fabulosos mercadillos navideños (desde 1434 lleva celebrándose el mercadillo navideño de Dresde, el más antiguo de Europa). Otro de los imprescindibles de un viaje a Alemania es mucho más que su bebida más emblemática, ¡su cerveza es cultura! Celebrar el Oktoberfest en Múnich es vivir una de sus fiestas más populares.

Alemania se disfruta con el paso de las estaciones. Con paisajes floridos y cielos despejados en primavera, naturaleza vestida de verdor bajo un sol radiante en verano, colores vibrantes en otoño y un manto nevado que en invierno transforma el país en un cuento de hadas.