Auroras boreales que iluminan el cielo, aldeas de cuento entre vastos bosques, islas rocosas, ciudades donde el diseño nórdico convive con tradiciones centenarias, manadas de renos y sabiduría vikinga; Suecia lo tiene todo, además de una gastronomía de primera.

Viajar a Suecia es disfrutar de este país escandinavo tanto en verano como en invierno. Un país que deslumbra tanto bajo la aurora boreal como bajo el sol eterno del verano. En invierno, la Laponia sueca se convierte en un cuento blanco: podrás ver las increíbles auroras boreales danzando sobre el cielo polar, aplicar tus dotes a bordo de un trineo de huskies mientras cruzas paisajes helados, convivir con los samis en sus campamentos, recorrer el Parque Nacional Sarek entre montañas solitarias y pasar la noche en un hotel de hielo en Kiruna o bajo las estrellas en una cabaña en la copa de un árbol.

Cuando llega el verano, Suecia despierta con un sol que parece no tener fin. Porque tantas horas de luz al día dan para mucho. Podrás navegar por el archipiélago de Estocolmo y sus más de 24.000 islas, descubrir playas escondidas y pueblos lacustres encantadores, celebrar el tradicional Midsommar o disfrutar del espectáculo visual del sol de medianoche. ¿Te gusta el senderismo? Pues podrás elegir entre las casi 400 rutas que cruzan el país, sin olvidar el famoso sendero Kungsleden. ¿Eres más de ciudad? La modernidad elegante de Malmö, la cultura vibrante de Gotemburgo y la belleza de Estocolmo te sorprenderán. En Gotland, descubrirás la historia de la isla a través de las ruinas medievales de Visby, mientras que en la costa de Bohuslän, podrás admirar las casitas pintorescas que se mecen junto al mar. ¡Suecia es naturaleza salvaje y paisajes de postal allá donde alcanza la vista!

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Entre mayo y agosto, con temperaturas cálidas y días largos con sol de medianoche en el norte, momento perfecto para disfrutar de su exuberante naturaleza y descubrir sus ciudades. Sin embargo, el invierno es la mejor época para viajar si quieres ver el espectáculo visual de las auroras boreales, especialmente en diciembre y enero.