Un viaje a Mongolia es adentrarse en un universo desconocido, donde la autenticidad en los modos de vida aún permanece intacta y el tiempo se mide con el ritmo del viento en la estepa. Aquí, cada paso es un reencuentro con la naturaleza más salvaje y con tradiciones ancestrales que resisten el paso de los siglos. Lo sentirás cuando compartas una noche con una tribu nómada en una yurta, bajo un cielo repleto de estrellas, o cuando recorras antiguos tramos de la Ruta de la Seda, atravesando paisajes que parecen no tener fin.

Ulán Bator, capital actual vibrante y contrastada, marca el inicio de un viaje que rápidamente se transforma en una gran aventura. Mongolia y su gente están profundamente ligados al legado de Gengis Khan, cuya figura sigue presente en monumentos, relatos y el alma de todo un país. En Karakorum, antigua capital del Imperio Mongol, el monasterio de Erdene Zuu ―el más antiguo del país― custodia tres templos que representan las etapas de la vida de Buda. También merece una visita el monasterio Amarbayasgalant, enclavado entre colinas verdes y silencio.

En el corazón del país, las Montañas del Khogno Khan combinan paisajes áridos con formaciones rocosas y templos budistas escondidos entre valles. Cerca de allí, el Valle de Orkhon ―considerado Patrimonio de la Humanidad―, despliega la historia viva del imperio a través de sus paisajes de pastores, monumentos antiguos y cascadas.

El desierto del Gobi despliega su grandiosidad entre dunas ―como las majestuosas Dunas de arena de Khongoryn―, cañones y huellas fósiles que puedes rastrear en el fascinante Museo de los Dinosaurios. Al norte, el lago Ubsugul sorprende con sus aguas puras, rodeado de montañas y bosques. En el Parque Nacional de Gorkhi-Terelj te esperan formaciones rocosas imposibles, senderos y espiritualidad.

Emociónate en la Fiesta de Naadam ―el evento deportivo y cultural más importante del año en Mongolia―, ya sea en Ulán Bator o en Khatgal, donde los mongoles se reúnen para celebrar competiciones de los tres deportes tradicionales: lucha mongola, carreras de caballos y tiro con arco. Al oeste, en Bayan-Ölgii, podrás admirar los cazadores con águilas mientras demuestran una habilidad que se hereda generación tras generación, bajo la mirada de las montañas doradas del Altái.