Viajar a Maldivas es imaginar que cada amanecer pinta el cielo de sueños: tumbado en arenas blancas, durmiendo en cabañas sobre aguas turquesas, sintiendo en tu propia piel cómo la palabra “paraíso” empieza a cobrar sentido. Ese rincón del Índico invita a sumergirse en un océano vivo: hacer snorkel entre corales relucientes y peces de mil colores, nadar junto a mantarrayas y tiburones martillo, salir a pescar de atolón en atolón, deslizarte en kayak o incluso esquiar sobre olas mientras el sol acaricia tu piel.

Volar en hidroavión desde Malé, posarte en Maafushi y surcar el Índico en un trandicional dhoni al crepúsculo mientras te rodeas de familias de delfines bailando al compás del mar bajo la luna son momentos que no se olvidan. Las puestas de sol pintan de naranja, violeta y dorado el horizonte, mientras tu paladar viaja con platos que fusionan mariscos frescos, coco, curry y frutas tropicales.

La variedad de resorts de lujo eleva la experiencia: Cocoon Maldives ―el primer hotel de diseño en Maldivas―, con lujosas villas privadas sobre el agua donde reina la serenidad, las noches son mágicas y la gastronomía deliciosa; Constance Moofushi, en el atolón de Ari ―su paraíso submarino es uno de los mejores lugares de buceo del mundo―, ofrece la esencia del lujo isleño con bungalows sobre la playa conectados por largas pasarelas de madera que se funden en el océano y gastronomía de altura; Anantara Veli, un oasis de lujo y calma, paraíso de tranquilidad donde en cada rincón encuentras la postal perfecta, con villas de balcón y piscina sobre el agua y frente al mar; You & Me Maldives, en la pequeña isla de Uthurumaafaru ―rodeada de un arrecife de coral y hogar de infinidad de especies marinas―, es perfecto para lanzarse a hacer snorkel desde la habitación (el 99% de los bungalows son overwater) o cenar bajo el mar en un restaurante con vistas al increíble fondo marino de Maldivas.

Maldivas te espera para transformar tus vacaciones en un recuerdo eterno. ¿Lo quieres todo incluido? ¡Concedido!