Naturaleza deslumbrante y cultura refinada conviven en perfecta armonía. Así es Austria: un destino donde no tienes que elegir entre aventura y elegancia.

Tierra de grandes compositores como Mozart, Haydn y Strauss, paisajes alpinos y ciudades llenas de historia; Austria es un destino que lo tiene todo. Desde la elegancia imperial de Viena, con sus suntuosos palacios imperiales como Schönbrunn y Hofburg, hasta el encanto musical de Salzburgo, donde la majestuosa fortaleza Hohensalzburg domina la ciudad desde lo alto, como una joya medieval perfectamente conservada.

Pueblos de cuento como Hallstatt, el que inspiró el reino helado de Frozen, lagos cristalinos como los de Salzkammergut o monasterios como Stift Melk, que vigila las aguas del Danubio desde las alturas del Wachau, se suceden en una geografía de belleza serena. La ruta alpina del Grossglockner, serpenteando entre cumbres nevadas y glaciares, es una de las más espectaculares de Europa.

Y si se trata de naturaleza única, no puede faltar la visita a las Krimmler Wasserfälle, la cascada más alta del continente europeo, o las cuevas de hielo de Eisriesenwelt, la más grande del mundo, donde las cámaras y pasadizos parecen salidos de Narnia, en el corazón helado de Tennengebirge.

Durante épocas cálidas se hace imprescindible disfrutar de sus ciudades e increibles cascos históricos, así como perderse por senderos de los Alpes austríacos, recorrer el Danubio en bici o lanzarse a la aventura en el Tirol es un auténtico regalo. Y cuando hace más frío, el país se convierte en un paraíso para los amantes de los deportes de invierno, ya que es uno de los mejores destinos para esquiar de Europa. ¿Te vienes a descubrir el país de la música clásica y cuna del vals?

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Austria es un espectáculo natural que se reinventa con cada estación: con paisajes floridos y cielos despejados en primavera, actividades al aire libre en lagos y montañas en verano, colores vibrantes en otoño y nieve perfecta para el esquí en invierno.