Con su imponente paisaje montañoso, playas paradisíacas y su pintoresca capital, Tirana, Albania es la bella durmiente de los Balcanes.

Nutrida por su rica historia y hospitalidad, Albania es un destino de clima cálido bañado por el Adriático y custodiado por montañas encantadas. Porque sí, Albania es uno de los países más montañosos del mundo. Desde las aguas turquesas de la Riviera albanesa, pasando por Berat —la «ciudad de las mil ventanas»—, reconocida como Patrimonio Mundial de la Unesco junto a Gjirokastra, hasta la animada capital Tirana, con grandes avenidas flanqueadas por fascinantes reliquias de su pasado otomano, italiano y comunista, Albania ofrece una experiencia única.

Viajar por este país es también recorrer sus paisajes interiores, donde el ferri del lago Koman serpentea entre gargantas escarpadas en una travesía que muchos consideran una de las más bellas de Europa. Al sur, muy cerca de las cristalinas playas del mar Jónico, se alzan las ruinas de Butrint, antiguo asentamiento grecorromano declarado Patrimonio de la Humanidad, que narra siglos de historia entre templos, murallas y anfiteatros en ruinas.

Albania sorprende por su naturaleza indómita, sus tradiciones vivas y una autenticidad que la convierte en uno de los secretos mejor guardados del Mediterráneo. Una tierra repleta de secretos que bien merece ser explorada, ¿no crees?

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En verano, entre junio y agosto, cuando los días son largos y soleados, ideales para disfrutar de la playa. A finales de primavera, entre mayo y junio, y otoño, entre septiembre y octubre, con días soleados, temperaturas suaves, cielos despejados y su naturaleza cubierta de verde, momento perfecto para hacer senderismo o recorrer sus ciudades históricas.